Hace exactamente cinco años, Robert Lewandowski marcó cuatro goles en una semifinal de la Liga de Campeones contra el Real Madrid. Aquella temporada jugaba en el Borussia Dortmund, con un entrenador que declaró desde el principio que su club daría prioridad a jugar la Liga de Campeones por encima de repetir como campeón de la Bundesliga.
Casi funcionó. El Dortmund terminó la liga a 25 puntos y, sin embargo, llegó a la final de la UCL, donde perdió contra el mismo equipo que recuperó el título de liga y acabó llevándose a Lewandowski. Pero, ¿qué significa exactamente para un club establecer tal diferenciación de prioridades? Es casi seguro que tiene algo que ver con un cambio de táctica de una competición a otra, que ahora podemos medir objetivamente con STATS Playing Styles.
Lewandowski ha vuelto a esa etapa con un club que no se va a conformar con un trofeo u otro, aunque el Bayern de Múnich sigue experimentando cambios notables entre el fútbol nacional y la competición continental.
Los cuatro últimos de esta Liga de Campeones funcionan como un interesante estudio de tal desviación. La primera eliminatoria se da entre clubes que, dado su rival en cuartos de final, ya no debían estar tan ocupados a mediados de semana a finales de abril. La segunda es entre dos que miman a sus seguidores llegando a esta fase con tanta frecuencia. Lo que tienen en común es que los cuatro han llegado a la competición continental con una identidad ligeramente distinta a la de la competición nacional.
La razón por la que Liverpool y Roma se mantienen es que encontraron la manera de adaptarse y eliminar a dos de los gigantes de Europa: Manchester City y Barcelona. Lo hicieron empleando varios estilos a los que quizá no estuvieran del todo acostumbrados en sus ligas nacionales, como ya mostramos antes de su partido de ida. En esta ocasión, utilizaremos los estilos de juego de STATS y los datos contextualizados que los respaldan para evaluar cómo han llegado a esta fase el Bayern y el Real Madrid en comparación con sus campañas en la Bundesliga o la Liga española.
Los gráficos que vas a ver a continuación muestran los estilos dados de cada club en relación con la media de cada competición, que está representada por la línea en el cero por ciento. La rueda de estilos de juego de la izquierda tiene en cuenta cómo se han comportado en la UCL con respecto a los datos globales recopilados para cada partido desde el inicio de la fase de grupos, no sólo en la competición directa del equipo en cuestión. La otra tiene en cuenta su rendimiento en el ámbito nacional en relación con los datos recopilados de todos los partidos disputados en esa liga esta temporada.
Primero, el Bayern, dejando para el final a los bicampeones.
Cuando la acumulación tradicional no es suficiente, el cruce puede serlo
El Bayern de Múnich encarna el tipo de nivelación estilística que cabría esperar cuando un club pasa de la competición nacional a la máxima competición continental de clubes del mundo. Dominan más categorías en su liga que ninguno de los otros semifinalistas, y lideran la Bundesliga en todos los estilos de juego basados en la posesión, así como en los centros y la presión alta.
Como era de esperar, vuelven a la carga en la Liga de Campeones, cediendo gran parte de su juego de acumulación y de ritmo rápido contra la siempre difícil competición de la UCL. El resultado es que su posesión total baja del +26% de la media de la Bundesliga al +12% de la UCL.
¿Cómo parecen compensarlo en la UCL para llevar el balón a posiciones de ataque favorables? Los centros del Bayern pasan del +49% de la media de la Bundesliga al +71 de la media de la UCL, sólo por detrás de su rival en semifinales, el Real Madrid.
Esto no es ninguna sorpresa para estos dos clubes, dada la presencia de jugadores como Joshua Kimmich, James Rodríguez, Marcelo y Marco Asensio, todos ellos entre los líderes de la UCL en centros realizados por cada 90 minutos. Precisamente Kimmich es el líder de todos los demás jugadores en centros efectuados, con 10,1 por cada 90 minutos, sólo por detrás del extremo del Besiktas Ricardo Quaresma en toda la competición.
Puede que en semifinales sea necesaria una mayor adaptación, porque el Real Madrid se aferra a su estilo más que ninguno de los restantes clubes de la Liga de Campeones.
Mantener la amenaza, y cuando no puedas, contraatacar
Una discusión recurrente esta campaña se centra en cómo el Real Madrid ha florecido -de nuevo- en la Liga de Campeones a pesar de una temporada ordinaria en la Liga.
La respuesta probablemente sea que no queda ningún equipo que imponga su estilo en la Liga de Campeones más que el Real Madrid. Puede que eso tenga algo que ver con el hecho de que hayan sido capaces de ganar la competición en temporadas consecutivas.
Mientras que el Barcelona aventaja al Real Madrid en mantenimiento, acumulación y ritmo rápido en la Liga, el Real Madrid supera a su rival español y a todos los demás clubes en ritmo rápido en la Liga de Campeones. En términos de amenaza sostenida, el porcentaje del Barcelona cae de +66 en la Liga a +38 en la Liga de Campeones. Eso es algo que también experimentó el Manchester City, que bajó de +71% en el campeonato nacional a +49. En realidad, la amenaza sostenida del Real Madrid aumenta ligeramente, de +90 en la Liga a +92 en la Liga de Campeones, para liderar fácilmente la competición. Esto se apoya en la participación de Isco (22,8 por cada 90 minutos) y Marco Asensio (22,4), segundo y cuarto de toda la competición entre Arjen Robben (25,0) y Leroy Sane (22,6).
El Real Madrid juega menos directo que cualquier otro equipo de la UCL, pero contraataca mucho más. Y contraataca un 21% más en la Liga de Campeones que en la Liga española. Es un logro sorprendente si se considera adecuadamente: un club que mantiene la amenaza más que ningún otro en la competición también contraataca más que ningún otro. Esencialmente, el Real Madrid casi siempre encuentra una vía diferente para llegar a la portería contraria, y lo hace de forma más prolífica que el resto de la UCL. Así que no debería sorprendernos que haya vuelto a semifinales en una campaña de Liga para olvidar. Juegan mejor al fútbol en la Liga de Campeones que en la competición nacional, y de forma mensurable con STATS Playing Styles.
No sólo cuentan con una amenaza de contraataque más consistente que otros equipos, sino que también tienen un sólido desbaratador en el otro extremo. Las 1,48 recuperaciones al contraataque de Casemiro por 90 minutos lideran la UCL. Sus compañeros de posición Fernandinho (0,64) y Sergio Busquets (0,57) no alcanzan esa marca juntos.
Casemiro tenía 21 años y aún no había entrado en el once absoluto del Madrid en 2012-13. Esta presencia disruptiva podría ayudar esta vez contra un delantero prolífico.

