Principales conclusiones
- Qatar se benefició de sacrificar la posesión y defender en profundidad.
- En defensa, concedieron ocasiones por valor de 0,56 xG por cada 90, la cifra más baja de todos los equipos.
- En los siete partidos que han disputado, han superado su xG en 9,41 goles.
Tras unos resultados desiguales en los amistosos previos a la competición, Qatar desafió las expectativas al conquistar a principios de mes el primer título de su historia en la Copa Asiática.
Tras no sumar ni un solo punto en la última Copa Asiática de 2015, el camino de Qatar hacia el título incluyó victorias sobre Irak, campeón en 2007, Corea del Sur y el país anfitrión, Emiratos Árabes Unidos, antes de imponerse con contundencia a Japón por 3-1 en la final.
A las órdenes de Félix Sánchez, Qatar presentó la tercera selección más joven de la competición, con una media de edad de 24,7 años. Varios de los jugadores que participaron habían jugado anteriormente a las órdenes del español en las categorías sub-20 y sub-23, y sus actuaciones, unidas a su relativa juventud, sugieren que podrían dar alguna que otra sorpresa en la Copa América de este año, así como en su debut mundialista en casa dentro de poco menos de cuatro años.
Durante la competición, Qatar adoptó un planteamiento táctico diferente al del equipo japonés. Utilizando métricas avanzadas y el marco de secuencias deOpta , vamos a destacar algunas de estas diferencias estilísticas clave.
Mantenerse compacto defensivamente
El éxito de Qatar se basó en su solidez: en siete partidos sólo concedió un gol.
Su planteamiento sin el balón fue notablemente diferente al de la selección japonesa. De los 24 equipos que participaron, Japón ocupó el segundo puesto en cuanto a posesión del balón en el tercio central y el cuarto en el tercio ofensivo, lo que sugiere que se enfrentó con agresividad a la zona alta del campo.
En comparación, Qatar sólo ocupó los puestos 16º y 20º por ganar la posesión en las mismas zonas, respectivamente, lo que sugiere que se contentó con dejar que sus rivales tuvieran la posesión hasta el tercio defensivo. Por cada 90, el equipo qatarí concedió 9,6 disparos, pero estas ocasiones sólo valieron 0,56 xG, la cifra más baja de todos los equipos de la competición. Esto demuestra que Qatar fue muy eficaz a la hora de no conceder ocasiones de gol en zonas peligrosas del campo.
Además, el 46,5% de todas las secuencias de Qatar empezaron en su propio tercio defensivo, lo que pone aún más de relieve cómo buscaban jugar en profundidad y esperar a que el rival se rompiera en su propio campo para recuperar la posesión.
Por el contrario, sólo el 32,6% de las secuencias de Japón empezaron en el tercio defensivo -sólo Arabia Saudí, con un 29,2%, tuvo una proporción menor-. Además de reforzar la tendencia japonesa a presionar, también podría indicar que Japón fue menos agresivo a la hora de desafiar cerca de su propia portería, para no regalar ningún tiro libre en las inmediaciones del área.
Mantener la posesión y construir con paciencia
A pesar de que se trata de una muestra pequeña, lo que puede limitar las conclusiones firmes, parece que tanto Qatar como Japón pusieron mucho énfasis en mantener la posesión una vez que habían ganado el balón.
Japón tuvo secuencias de posesión bastante largas y se situó en el extremo superior de la escala de secuencias de más de 9 pases, con una media de 16,4 por 90, la cuarta más alta de la competición, mientras que Qatar tuvo 10,9. Esto sugiere que Japón pudo ejercer un mayor grado de control sobre sus posesiones, con una media general de 3,6 pases por secuencia, frente a los 3,3 de Qatar. Esto sugiere que Japón pudo ejercer un mayor grado de control sobre sus posesiones, con una media global de 3,6 pases por secuencia, frente a los 3,3 de Qatar. Ambas naciones se situaron entre las siete primeras de la competición por mayor tiempo medio de secuencia y mayor número de pases por secuencia.
Implacable ante la portería
Otro factor notable en el éxito de Qatar fue su eficacia en el lanzamiento, con un 43,1% de sus intentos acertados.
La delantera qatarí fue la más prolífica del torneo, marcando 19 goles y superando su xG en casi 10 tantos. Es poco probable que este rendimiento superior sea sostenible a largo plazo, como lo demuestra el hecho de que el máximo goleador del torneo, Almoez Ali, marcara 9 de los goles qataríes en sólo 16 disparos, con una xG de 3,08.

Clasificación de la competición entre paréntesis
Bases sólidas y acabado clínico
Qatar se impuso en EAU ejecutando con éxito una estrategia completamente distinta a las adoptadas por las naciones más consolidadas de la AFC, incluidas Corea del Sur y Australia, así como Japón, al centrarse en ser sólidos defensivamente y sacrificar la posesión del balón. Los qataríes sólo tuvieron una media del 48,5% de posesión durante el torneo (que bajó al 44,9% en la fase eliminatoria), pero utilizaron el balón con eficacia cuando lo ganaron y fueron más certeros en el último tercio.
Si bien es posible que su rendimiento superior en xG no pueda repetirse, su éxito significa que sus próximos rivales en la Copa América de junio, Paraguay, Colombia y Argentina, tendrán que pensar en cómo idear estrategias para penetrar en las líneas qataríes y desbaratar su forma, a fin de crear un mayor volumen de oportunidades claras ante la portería en comparación con lo que pudieron hacer sus siete adversarios de la Copa Asiática.

